Un día como otro cualquiera, sales por la mañana de casa y coges el coche como cada día para ir a trabajar. Llegas a tu hora, trabajas normalmente, paras un poco para ir al baño y tomar café.
Finalmente llega la hora de salir del trabajo. Bueno, ahora toca: ir a casa, preparar la comida, comer, recoger.
Te montas en el coche y vas camino a casa, aish, te hace falta nata para terminar la comida de hoy. Bueno, una rápida parada en la tienda y de vuelta a casa.
Llegas al supermercado, empiezas a andar en busca de la nata...
- Anda, ahí hay pan recién hecho - piensas - voy a coger una barra, que nunca está de más para comer.
Sigues andando por el pasillo...
- Yogures, solo tengo para hoy y mañana, si los cojo ahora me ahorro el venir a comprar dentro de 2 días.
Sigues andando con los brazos un poco más abarrotados de la cuenta...
- Me parece que leche solo me queda un litro en casa, bueno, voy a coger una cesta. Ya que estoy aquí aprovecho y compro lo que me falta - reflexionas.
Y vas cogiendo cosas y cosas, haciendo memoria te faltan más cosas de las que creías: papel higiénico, papel de plata, champú, patatas....todo es necesario y tienes que cogerlo.
Finalmente llegas a caja, la cola es enorme, mirás el reloj... las 4:30, pues si que vas a comer hoy tarde. Bueno, al menos ya has comprado todo lo que necesitabas y te vas a ahorrar un viaje próximamente a comprar. Casi dos horas has tardado en coger y repasar mentalmente todo lo que necesitabas.
Das un pasito en la cola, pues si que va lento esto, 10 personas delante y solo una persona atendiendo.
Bueno, ya solo falta esperar, al final te ves comiendo pizza congelada, otro pasito.
Poco a poco te vas acercando a la caja....
Te toca. Pones todos los artículos en la cinta, va pasándolos y tu los vas metiendo en bolsas.
- Son 39,48 - dice la cajera.
- Sí, un momento - comienzas a buscar la cartera, aquí no, aquí tampoco ¡No la llevas encima!. No puede ser, tienes que tenerla. Empiezas a hacer memoria de la última vez que la has visto.
- Son 39,48 - repite la cajera.
- Si, un segundo - en el trabajo no te suena haberla usado para nada, en casa...no recuerdas haberla cogido antes de salir esta mañana. ¿Ayer la llegaste a ver? La dependienta se está impacientando y no tienes ni la más remota idea de donde está la dichosa cartera.
Sigues rebuscando en el bolso haciendo tiempo para ver si lo recuerdas...
¡Niña! ¿Que pasó al final? Supongo que dejar la compra y las horas perdidas. Moraleja: "antes de pasar por caja comprueba la cartera".
ResponderEliminarVerdaderamente terrorífico.
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